miércoles, 26 de septiembre de 2012

La madre que perdió a sus siete hijos


Esta semana, las autoridades británicas iniciaron una consulta pública para decidir si es ético utilizar una técnica de fertilización para crear bebés con material genético de tres padres.
Esta técnica permitiría evitar la transmisión de las llamadas enfermedades mitocondriales, que se transfieren únicamente de la madre al niño.
Cada vez que Sharon se embarazaba rogaba que esa vez fuese diferente.Sharon Bernardi perdió a sus siete hijos por causa de una enfermedad genética. Durante el embarazo se sentía bien y en los partos nunca tuvo problemas. Pero pocas horas después de haber dado a luz algo empezaba a ir mal.
Cada uno de sus tres primeros hijos murió poco después de nacer y nunca nadie le pudo explicar por qué.  Después del fallecimiento de su tercer bebé, los médicos empezaron a sospechar que no podía tratarse de una coincidencia pero la investigación genética no aportó ninguna respuesta definitiva.
Al mismo tiempo, su madre le contó que antes de tenerla a ella, había dado a luz a tres niños muertos. Los médicos comenzaron a investigar y descubrieron que otros miembros más lejanos de la familia habían perdido en total unos ocho niños. Sharon afirma desconocer los problemas familiares que hubo.
Después llegó Edward, el cuarto hijo de Sharon. Esta vez los médicos estaban mejor preparados.


Durante las primeras 48 horas de vida, Edward recibió transfusiones de sangre y medicamentos para prevenir la acidosis metabólica (una condición fisiológica que se caracteriza por el bajo nivel de pH en los tejidos y en la sangre, y un aumento del ácido láctico) que había matado a sus hermanos.Cinco semanas más tarde Sharon y su marido pudieron llevarse a Edward a la casa.
Edward sobrevivió, y aunque era un niño alegre y activo, su salud siempre fue precaria. A los cuatro años comenzó a tener convulsiones. Fue entonces cuando los médicos lograron diagnosticar la enfermedad de Edward y también de Sharon.
Edward padecía la enfermedad o síndrome de Leigh, un desorden que afecta al sistema nervioso central. Esta enfermedad está causada por un defecto en la mitocondria de la madre.
"Sonará extraño pero me sentí aliviada: al fin tenía una respuesta".
La noticia no le hizo las cosas más fáciles. Los médicos le dijeron que Edward tendría períodos largos de relativo bienestar pero que su salud podía decaer rápidamente.
Por otra parte, Edward corría el riesgo de morir durante alguna de sus convulsiones que podían llegar a durar varios días.
Los médicos le informaron a Sharon y Neil Bernardi que su hijo iba a morir antes de los cinco años. "Tienes dos opciones, o te dejas vencer o comienzas a luchar".
Edward y su madre no se dejaron vencer. Al final, él vivió hasta la edad adulta y falleció el año pasado, a los 21 años.
La pareja tuvo otros tres niños, pero ninguno vivió más de dos años. Después de que el último murió de un ataque cardíaco en 2000, dejaron de buscar.Sharon y Neil siguieron intentando tener otro bebé sano pero no tuvieron éxito.
"Durante su último año, Edward sufrió dolores constantes. Tenía distonías (contracciones musculares sostenidas) provocadas por fallas en su cerebro. Tenía espasmos que podían durar hasta por seis horas. Los medicamentos no lo ayudaban. Algunas partes de su cuerpo habían empezado a fallar".El sufrimiento de sus hijos la convenció de la necesidad de crear terapias genéticas para remediar los defectos en la mitocondria.

Se trata de tratar de crear un bebé sano. De brindarle al niño la posibilidad de un futuro.
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120920_mujer_hijos_enfermedad_genetica_lp.shtml

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