Un equipo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a trabajar en China, investigando una nueva cepa de la gripe aviar.
El virus H7N9 ya ha matado a 17 personas, desde hizo irrupción hace tres semanas. Cerca de 90 personas han sido infectadas.
La OMS, que minimizó los miedos ante una posible pandemia, quiere rastrear la fuente del virus el cual se ha regado en Pekín, Shanghai y cuatro provincias chinas.
Los expertos también esperan establecer el nivel de transmisión de humano a humano.
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