domingo, 18 de noviembre de 2012

El día que desperté con sólo media sonrisa


Después de toda una vida de hacer casi todo lo que yo le ordenaba, un día la mitad de mi cara decidió declararse en huelga.
Desde el lado izquierdo de mi frente al lado izquierdo de mi mentón, todos mis rasgos faciales se paralizaron.
No puedo levantar la ceja, ni cerrar mi ojo y cuando trato de sonreír, aunque el lado derecho mi boca actúa servicialmente para cumplir, el lado izquierdo se rehúsa.
Bienvenidos al extraño mundo de alguien que sufre parálisis facial periférica.
Esta enfermedad, también llamada parálisis de Bell, no es lo mejor que podría pasarle a un reportero de televisión.
Se dice que tanto George Clooney como Sylvester Stallone han sufrido la parálisis y se han recuperado.
Yo espero que mi recuperación se parezca más a la de George.
La parálisis de Bell debe su nombre a Charles Bell, el anatomista y cirujano del siglo XIX que fue héroe de la batalla de Waterloo y quien descubrió la función del nervio facial.
SÍNTOMAS DE LA PARÁLISIS DE BELL
  1. Debilidad o parálisis en un lado de la cara que causa inclinación de la boca.
  2. Dificultad para cerrar los párpados.
  3. Problemas para comer o beber.
  4. Dificultades en el habla.
  5. Sentido del gusto alterado o reducido.
  6. Mayor sensibilidad al sonido en el oído afectado.
El nervio facial atraviesa un pasaje estrecho de hueso cerca del oído. Cuando ocurre una baja en el sistema inmune, un virus latente, casi siempre el de varicela o herpes, se activa y ataca al nervio causando inflamación.
Inflamación
En ocasiones esto puede ser provocado por un evento. En mi caso se trató de una herida leve en mi ojo izquierdo, pero otras veces no hay una causa aparente.
El resultado de la inflamación es una constricción del nervio facial dentro del pasaje óseo, lo que a su vez causa la parálisis.

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