La levadura que usa el panadero puede ayudar a agilizar el desarrollo de nuevos medicamentos contra enfermedades tropicales como la malaria, la esquistosomiasis o la enfermedad del sueño.
Científicos de la Universidad de Cambridge lograron modificar genéticamente estos hongos microscópicos que sirven para la fermentación de cuerpos orgánicos.
"Retiramos unos genes de la levadura y colocamos unos del parásito de la malaria, además modificamos otra muestra con enzimas humanas", le explica a BBC Mundo la brasileña Elizabeth Bilsland, jefa de la investigación.
Las levaduras modificadas se pusieron en el mismo recipiente a fin de identificar qué componentes químicos atacaban los parásitos que causan la enfermedad y no dañaban al huésped humano. Esto permitió descartar los compuestos con posibles efectos secundarios.
Las enfermedades parasitarias afectan cada año a millones de personas. Sólo la malaria es causante de más de 600.000 muertes.
"El problema es que la mayoría de los tratamientos contra estas enfermedades no sirven porque los parásitos se han hecho resistentes a las drogas, por lo que tenemos que desarrollar nuevos medicamentos", señala Bilsland.
Más económico
Los métodos actuales para probar las drogas contra enfermedades tropicales utilizan el parásito vivo, lo que genera varios inconvenientes.
En primer lugar es casi imposible hacer crecer el parásito en laboratorio, sin que se utilice un animal como huésped. En el caso de la malaria, es imposible cultivar el parásito Plasmodium vivax en el laboratorio.
Y en segundo lugar, estas técnicas no ofrecen información sobre cómo los compuestos interactúan con los parásitos o la toxicidad del compuesto humano.
Futuros medicamentos
La malaria afecta a millones de personas cada año, muchos de ellos niños.
Para demostrar la efectividad de esta nueva herramienta, los científicos la pusieron a prueba con el parásito que causa la enfermedad del sueño, Trypanosoma brucei. Utilizaron la levadura modificada para examinar los químicos que podrían ser efectivos contra este parásito.
De los 36 compuestos, el 60% pudo matar o inhibir severamente el crecimiento de los parásitos, bajo condiciones normales de laboratorio.